¿QUÉ ES LA CALIBRACIÓN DE BALANZA Y POR QUÉ DEBERÍA CALIBRARLA?
La segunda parte de la pregunta expone otra: «¿Por qué querría molestarse en hacer pesajes si su balanza no estuviera calibrada?». La calibración de balanza o básculas es primordial para hallar resultados de pesaje precisos. Si se ignorase esta sustancial actividad de cuidado, las mediciones se transformarían en un desarrollo de especulaciones. En otras expresiones, resulta insensato hacer mediciones con una balanza o una báscula sin calibrar. La precisión de las balanzas y las básculas se regresa menos confiable con el pasar de los años. Esto hay que al desgaste habitual derivado de un uso recurrente y a componentes externos como los choques mecánicos o los ámbitos peligrosos. Estos tienen la posibilidad de ocasionar una degradación o un deterioro muy veloces si se mantienen a lo largo de periodos extendidos de tiempo. La programación de una calibración diaria del instrumento, adjuntado con la ejecución de comprobaciones periódicas recurrentes, mejoran mayormente la vida servible de las balanzas y las básculas, de esta forma como su precisión de pesaje.
Pero ¿qué es la calibración? En términos simples, la calibración es una comparación cuantitativa. Para corroborar la lectura de una balanza o una báscula, se ubica un peso de referencia en el plato. El error se define como la distingue entre el valor medido (la lectura) y el valor real (el peso de referencia). La controversia de si este error es confiable o no se abordará después. Al término de la calibración de la balanza, se crea un certificado en el que se comunica de las lecturas de la báscula o la balanza, que se comparan con un valor de referencia. La aplicación de las tolerancias va a proporcionar lugar a una afirmación de superación o fallo de la calibración.
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¿CUÁLES SON LAS VIRTUDES DE CALIBRAR LAS BALANZAS?
Las calibraciones llevadas a cabo por un proveedor autorizado proponen estas ventajas:
Ahorro gastos. Un conjunto calibrado estimula la toma de elecciones apropiadas para evadir residuos, reprocesamientos o retiradas de productos.
Mediciones fiables. La utilización de equipos calibrados garantiza que las mediciones efectuadas en un espacio resulten compatibles con las efectuadas en otro lugar distinto. Los resultados de algún balanza del desarrollo van a ser exactos y fiables, de la misma manera que el resultado definitivo.
Conformidad. La calibración contribuye a sobrepasar sin inconvenientes auditorías internas y ajenas.
Detección de equipos envejecidos. Con el pasar de los años, todos los equipos envejecen y algunos de sus elementos más destacables tienen la posibilidad de estar sometidos a estrés mecánico o al desgaste. Aunque la deriva no en todos los casos puede eliminarse, sí puede detectarse por medio de una calibración diaria.
Mejora del desarrollo y de los provecho. La interpretación de los resultados de calibración según las tolerancias establecidas optimización los procesos y, en más reciente instancia, incrementa los provecho.
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¿CON QUÉ CONTINUIDAD DEBO CALIBRAR MI BALANZA Y CUÁLES SON LOS PELIGROS DE NO LLEVARLO A CABO?
El certificado de calibración comunica de los resultados en el instante en que se llevó a cabo la calibración. En varios casos, la persona responsable asume que la validez de esa calibración es de un año. No obstante, esto puede inducir a la conclusión errónea de que un intervalo de calibración de un año es bastante.
Lo mejor es que los intervalos de calibración se definan siguiendo una metodología fundamentada en el compromiso, esto es, ¿qué posibilidades hay de que algo vaya mal y qué encontronazo negativo tendría? Si la respuesta es una posibilidad y un encontronazo negativo superiores, entonces se consideraría un compromiso prominente que exigiría un intervalo de calibración más breve. Por el opuesto, una posibilidad y un encontronazo negativo bajos se considerarían un compromiso bajo que permitiría la ampliación de los intervalos de calibración.
Ignorar la calibración es un plan de prominente compromiso. Los peligros y los gastos ocultos asociados a una balanza o una báscula sin calibrar tendrían la posibilidad de ser muchísimo más superiores que el coste de nuestra calibración. La utilización de equipos sin calibrar podría crear inconvenientes de producción como:
- Tiempos de inacción no programados
- Menor calidad del producto
- Problemas con procesos y auditorías
- Reprocesamiento de productos o su retirada.
Los cambios ambientales además tienen la posibilidad de ocasionar derivas inadvertidas o incrementar la aparición de fallos al azar capaces de mermar el desempeño. La programación de una calibración diaria, adjuntado con la ejecución de comprobaciones periódicas (véase más adelante), son la manera más óptima de achicar los peligros relacionados con la calibración.
DESCRIPCIÓN DEL PROCESO DE CALIBRACIÓN
Antes de comenzar las pruebas que corresponden a la calibración de la balanza es requisito hacer una secuencia de pesadas anteriores con una carga próxima a la aptitud máxima, para poner próximo la balanza monoplato y conseguir un mejor desempeño de la misma. Estas pesadas anteriores se llevarán a cabo por lo menos 3 ocasiones o hasta ver que la indicación de la balanza es más o menos recurrente con esa carga. Tras estas pesadas, el instrumento es puesto a cero antes de comenzar el resto de las pruebas.
La calibración facilita la evaluación de las propiedades asociadas al instrumento como: repetibilidad, histéresis y excentricidad.
LA PRUEBA DE REPETIBILIDAD
La prueba de repetibilidad radica en la colocación repetida de la misma carga de manera básicamente idéntica en el receptor de carga en condiciones de ensayo razonablemente iguales.
Esta prueba se ha de hacer, por lo menos, en 5 puntos organizados en todo el rango de calibración. Generalmente se tomarán, etc, un valor cercano al mínimo, un valor medio y otro valor cercano totalmente rango de calibración. Si está sosprechada la utilización del instrumento en algún o algunos valores concretos de carga es favorable hacer las pruebas en estos valores. Además hay que de tomar en cuenta los patrones de masa accesibles, entonces se elegirán los valores de calibración tal es así que se compongan con el menor número de patrones.
LA PRUEBA DE HISTÉRESIS
En la prueba de histéresis se colocan cargas de valor popular y se registra el valor de indicación del instrumento para considerar el desempeño de la balanza en todo el rango de calibración.
En esta situación, se toma el valor de indicación de cero de la balanza. Se ubica en el receptor de carga la masa de referencia de menor valor nominal de las elegidas y se anota el valor de indicación de la balanza. Ahora, se agrega la masa de referencia de valor en el instante mayor a la previo y se anota el valor de indicación de la balanza. Se siguen poniendo pesas de referencia hasta contemplar el rango de calibración elegido. Se reitera el mismo desarrollo en sentido decreciente, retirando en orden inverso las pesas ubicadas.
LA PRUEBA DE EXCENTRICIDAD
La prueba de excentricidad trata de corroborar los resultados que se consiguen al ubicar una misma carga cambiando el punto de aplicación y se puede omitir en aquellas balanzas en las que el gadget receptor de carga no permita su ejecución. Se escoge una de las masas de referencia que tenga de valor nominal entre 1/3 y 1/2 del alcance más alto de la balanza.
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